El Bosque de Oma es uno de los lugares con más magia de España.El Bosque de Oma, o Bosque Pintado, esta en Vizcaya. El embrujo de este paisaje se remonta a principios de los años 80, cuando un artista local Agustín Ibarrola quiso reflejar la realidad social del momento a través de 47 obras. Las leyendas en torno a este Bosque y a su magia se convierten en toda una experiencia. Hay visitas guiadas, pero lo lo mejor es perderse entre sus árboles coloreados sin ser consciente del embrujo que los envuelve.
Entorno
Esta escondido en un entorno privilegiado, entre Guernica, la costa cantábrica y el estuario de Urdaibai, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, este no es un pinar cualquiera.
Para llegar es necesario atravesar una vasta vegetación, que es la protagonista del paisaje, solo intercalada por un par de caseríos olvidados y algunos caballos salvajes, que a veces te acompañan en este paseo.
Obras
Pero la magia comienza cuando empieza el bosque, cuando el visitante descubre las obras y se sintetiza con ellas , son como museo al aire libre. Un total de 47 representaciones de figuras animales, humanas y geométricas se extienden a lo largo de kilómetros.
Se recorrer en un paseo divertido que despierta los sentidos. La niña rosa, El arcoíris de Naiel o Invitación al beso son los nombres que reciben estas pinturas y gracias a ellos los árboles es como si tuvieran vida.
Algunas obras solo son visibles desde una perspectiva, uniendo varios troncos en el horizonte. Este ejercicio visual es ideal para disfrutarlo en familia o con amigos, es reconfortante y muy sorpresivo.