Toda relación de pareja pasa por momentos malos, situaciones que causan problemas o desacuerdos en ambas partes y que en algunos casos cuesta resolver, una de las razones que predominan es el orgullo.
Ese sentimiento que impide llevar una discusión calmada y que al contrario, empeora la situación, llevando un problema que quizás se pueda solucionar fácilmente a un conflicto mucho mayor.
El orgullo es ese sentimiento de superioridad donde una de las partes cree tener la razón absoluta y el hecho de no ser aceptado así por su pareja, causa descontento y molestia.
Existen varias razones que hacen que la persona actúe de esta forma, la más común se da cuando la otra persona comete varias veces el mismo error o errores distintos, la costumbre es siempre tener la razón y por ende creerá que siempre es igual.
Dejar el orgullo de lado no es algo tan sencillo, pero sigue nuestros consejos prácticos para controlarlo y enfocarte en mejorar la situación con tu pareja.
Relájate
Es normal sentir esa sensación de molestia cuando ocurre un problema y más cuando no es la primera vez, sin embargo, cerrando tu mente y alterándote no lograras nada.
Lo mejor es aislarse por 5 minutos, no le digas nada a tu pareja, tan solo pídele algo de espacio por un momento, ve y toma una caminata corta, date un baño, respira profundamente y cuenta hasta diez en forma ascendente y descendente, y ¿por qué no?
Ya luego de haberte calmado un poco, vuelve con tu pareja y retomen la conversación oyéndose mutuamente y siempre manteniendo el respeto.
Ponte en los zapatos de la otra persona
El orgullo nos ciega, al punto que no queremos escuchar razones ni mucho menos entender motivos.
Muchas veces ese sentimiento nos impide ver la posición de la pareja.
Por un momento ponte en su lugar, piensa como te sentirías tú, quizás tengas razón pero al entender a tu pareja podrás enfocar tu mente a solucionar el problema en conjunto y no de forma unilateral.
No busquen culpables
Los problemas en pareja siempre se generan por culpa de ambas partes, en menor o mayor medida, pero siempre están involucrados ambos.
Lo mejor es no señalar culpables, más bien valorar cuales van a ser las consecuencias, en cómo se sienten ambos con lo acontecido y cuáles fueron las causas que lo originaron.
Tú me ayudas y yo te ayudo
Cuando surgen problemas en la pareja y el orgullo está presente, por lo general esta persona es quien exige un cambio, esto se llega a sentir como una obligación o amenaza en muchos casos según como se aborde el tema.
Una forma de solucionar el problema es apoyando a la pareja. Por ejemplo, si quieres que esta sea más atenta, entonces ten la iniciativa tu también, de esta forma lo mantendrá presente cada vez que tengas un detalle.
El orgullo es el reflejo de una mente cerrada y en una mente cerrada no hay espacio para nadie más.
Si quieres tener una relación feliz y duradera, lo mejor es aprender a controlar este sentimiento, enfocarse a buscar soluciones y no culpables, ten empatía con tu pareja, mejoren la comunicación y exprésense abiertamente, esto ayudará a resolver cualquier conflicto que pueda surgir.