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Tu Hijo te Cuente las Cosas

Muchos padres tienen la gran preocupación y es que educar requiere de compromiso y dedicación.

Cada hijo tiene una personalidad diferente, a unos les gusta hablar y a otros no.

A los que no le gusta hablar con los padres, es porque no ven en ellos, la confianza suficiente como para desahogarse.

Tal vez sienten, que no serán comprendidos, bien sea porque ven a los padres como muy juzgadores o tal vez, vacíos.

Los juzgadores son los que esperan recibir la información para luego emitir prejuicios y condenas.

Los vacíos son aquellos que habiendo escuchado al hijo, no tienen nada que aportar, solo escuchan pero no le aportan una solución a su problema y los dejan en el mismo punto cero del comienzo.

Desde Niño:

Los hijos vienen puros al mundo y no saben nada, el deber de los padres es enseñarlos e instruirlos, como su primer instructor de vida.

Ellos desde que nacen hasta los 7 años forman su personalidad. Esa es la etapa en que los padres deben acercarse a ellos y hacerles el hábito de que conversen siempre para que a futuro la comunicación sea fluida.

Para lograrlo, te aconsejamos lo siguiente:

  • Desde que comiencen a hablar, póngase a su lado cuando esté en casa, de paseo o en cualquier lugar donde estén juntos y comience a hablarle de lo que hay alrededor, para que opinen, así sea del paisaje, la decoración o los pajaritos.
  • Busque siempre un tema y déjelo expresarse, aunque usted no lo entienda. Esto generará la confianza que ellos necesitan.
  • Cuando llegue del colegio, de algún evento, al ver una película, al jugar con algo nuevo, etc., trate de hacer siempre un tema de conversación.
  • Si lo hace con frecuencia, fortalecerá el lazo comunicativo y de confianza padre(madre)-hijo(a). Y cuando llegue a la adolescencia, el trabajo ya estará hecho. Todo se lo contará, eso es seguro.

Cuando ya es Adolescente:

Cuando el trabajo no se hizo desde niño, tardará más tiempo que los hijos cuenten sus cosas pero no todo está perdido.

Nos queda una cosa. Como ya son grandes y entienden, solo queda optar por sentarse a hablar con ellos y sincerarse.

En este sentido, hay que hablarles con amor, respeto y humildad, haciéndoles saber que nos preocupa, que no nos tomen en cuenta en su vida.

Igualmente, que sepan lo mucho que nos importan y que si hemos errado en algo como padre (madre) para no tener su confianza, nos lo hagan saber.

También nos den la oportunidad de que puedan experimentar lo satisfactorio que nos sentiremos escuchándolos y sentir lo que significa recibir un consejo u orientación de sus propios padres.

Orientación

En esto hay que tener mucho cuidado y los padres deben ser sabios en tener claro la diferencia entre ser comunicativo y ser permisivo con los hijos.

Debemos poder orientarlos por el camino correcto pero con amor y paciencia.

Los hijos hay que criarlos con Sabiduría para poder sacar lo mejor de ellos.

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